La revelación de un sueño en tiempo de Covid-19

Días antes de que el Covid -19 se convirtiera en Pandemia, tuve un sueño un poco extraño que me dejo pensando en muchas cosas inciertas en ese momento y que luego tomaron sentido para mí.

Soñé con un viejo amigo, el cual vive en la ciudad hoy en día, en la comodidad que brindan hoy los países desarrollados. En el sueño yo lo visitaba en su casa, el me recibió con mucha hospitalidad, lo cual lo caracteriza. Lo extraño era que su casa era una casa de campo, pero en la ciudad. Era una casa como en los inicios; con el piso de tierra, las paredes de madera, el techo de zinc, los muebles en su sala eran mecedoras. Mientras hablábamos yo pensaba, ¿! pero esta no es su casa?!… Luego, pedí un vaso de agua y su esposa muy amablemente me la trae en un jarro de aluminio, como se usaban hace años en los campos e incluso saco el agua de una tinaja. Yo, mientras tomaba el agua, veía el jarro y no dejaba de pensar en que ellos estaban viviendo en lo básico, como vivíamos antes… y me preguntaba en silencio, ¿Por qué lo estaban haciendo?,…  Así con la misma inquietud, me desperté, y lo primero que me llego a la mente fue esta pregunta; ¿será que volveremos a lo básico?

Días después llega la pandemia; tiempos de incertidumbres, miedos, dolor, duelo, etc…  La cuarentena nos lleva a vivir en aislamiento, donde nuestro mayor acercamiento es gracias a la tecnología, pero por una pantalla no hay abrazos, no hay besos, no hay manos que agarrar ni cara que acariciar. Nos damos cuenta que tenemos un closet de ropa para cada ocasión sin embargo nuestra mejor vestimenta en estos días es el pijama o lo que más cómodo nos hace sentir. Los tacones, accesorios y trajes permanecen como un adorno de nuestro closet.

Y de pronto, la pregunta que me hacía en el sueño toma sentido para mí; ¿Sera que volveremos a lo básico?

Desde mi punto de vista sí; uno de los aprendizajes que me ha traído esta pandemia es eso, volver a lo básico, hacerme consiente de que la verdadera esencia no es la apariencia ni que tantas cosas materiales tengamos, sino que nuestra verdadera esencia es el amor.

Vivir desde el amor; valorar los momentos vividos en familia, reconocer que somos diferentes, pero al mismo tiempo iguales. Disfrutar de las cosas pequeñas, abrazar, llorar, reír, … Vivir simple, pero vernos grandiosos, porque somos hechos perfectamente imperfectos.

¿Con que te quedas tú de esta pandemia?